Sea durante el proceso de fundación de la empresa, cuando los principios orgánicos no tenían aceptación en la sociedad, u hoy, cuando el movimiento natural gana fuerzas y tenemos cada vez más clientes en busca de productos orgánicos: ¡Vacas Felices fue, es y siempre será orgánica! Independiente de la existencia de nuestra empresa o de las tendencias universales, la realidad es que la mentalidad de nuestra familia y equipo sólo aceptan la vida y los hábitos que están en conformidad con la naturaleza. No es una cuestión de negocios o ventas, y sí de principios.

La naturaleza tiene sus maneras y su ritmo, así que todos los que la quieren bien deben respetarlos y adaptarse a ellos. A nosotros nos encanta dejarnos guiar por la poderosa Madre Tierra, porque creemos que nos fortalece y engrandece. No existe objeto, capital o posición de poder que puedan substituir su fuerza y energía infinita, por tanto, nuestro compromiso con la naturaleza es intocable. Mismo con el crecimiento constante de la empresa, nuestro estilo de vida no ha cambiado: seguimos viviendo en el campo, con un estilo de vida simple y sostenible, con raro acceso a internet y duchas frías, con difícil acceso a la capital y sus servicios. Simplemente porque nos gusta.

Si la empresa crece, ¡optimo! El capital será usado no para invertir en nosotros mismos, y sí en la propia empresa y en el desarrollo de nuestras comunidades, como ya hacemos hace casi dos décadas. Así como en la naturaleza, cualquier crecimiento o desenvolvimiento de Vacas Felices será lento y constante, de manera a permitir que nuestras vaquitas produzcan su leche naturalmente y sin estímulos químicos o eléctricos. Nos alegra compartir a todos estos procesos con usted, ¡que son nuestra razón de existir!