Sin las ventas, todavía, nada es posible, ya que vivimos en un sistema capitalista. Esto significa que el capital es el principio que rige nuestra sociedad y, con esto, es el objetivo detrás de cada acción y reacción. Sea por deseo o por simple dependencia, todos estamos de alguna manera atados por los principios capitalistas que dominan nuestra política y procesos diarios. ¿Cómo huir de esto? De manera cómo el capitalismo se nos ha presentado, sólo parecen estar disponibles dos opciones: rebelarse contra el sistema, así enfrentando dificultades, aislándose de la sociedad y poniendo su sobrevivencia y calidad de vida en riesgo; o rendirse al sistema, fortaleciéndole y colaborando con su solidificación en la sociedad y control sobre la misma. A nosotros no nos gusta ninguna de estas opciones.

Con la intención de lidiar con este dilema filosófico, la familia Vacas Felices buscó y encontró una solución simple: cambiamos la posición que el capital ocupa en nuestras vidas, no permitiendo que este se torne nuestro objetivo, y sí actuando como una herramienta para el alcance de nuestros verdaderos objetivos. Estos se concentran en el desarrollo de los ámbitos social y natural. Como empresa, nuestra existencia es directamente dependiente de nuestras ventas, algo que no podemos cambiar; nuestra actitud con el capital generado es posible de adaptar de una manera positiva para la naturaleza y la sociedad. Nuestra decisión de no permitir que el capital sea nuestro objetivo es una tentativa de quebrar el ciclo vicioso que se ha desenvuelto en la sociedad moderna, mostrando que una visión y actitudes diferentes no sólo son posibles, como reales y efectivas. Al consumir los productos Vacas Felices, usted está ayudándonos activamente a realizar nuestros sueños y objetivos. El mundo agradece por su colaboración! Para conocer mejor nuestro encajamiento social y natural, ¡lea más en Desarrollo Rural o contáctenos directamente!